Noticias Like a Tourist.- Cada 8 de septiembre, cuando el pueblo de Ocozocoautla en Chiapas, se reúne para celebrar a la Virgen de la Natividad, la alegría festiva se mezcla con el suspenso de una tradición que toca lo más profundo del alma colectiva: la Danza del Pashtú. En ella se revive el drama del mártir San Sebastián, símbolo de fe y firmeza, que es capturado, llevado a prisión y finalmente atado a un árbol como castigo por no renunciar a sus creencias. Sin embargo, entre los personajes aparece una figura inquietante y temida: el Pashtú, un hombre vestido completamente de negro que representa el mal que ronda la humanidad.

Ocozocoautla, formalmente Ocozocoautla de Espinosa, es un municipio de Chiapas México, reconocido por su naturaleza y cultura, destacando la Sima de las Cotorras y el Carnaval Zoque Coiteco, que lo han convertido en un Pueblo Mágico.
El Pashtú no dialoga, no canta ni razona. Este ser enigmático camina entre la gente, los ramea con fuerza y sorpresa, como recordando que el mal no siempre se presenta con advertencia, que puede irrumpir en cualquier momento y poner a prueba al más firme de los espíritus. Su presencia genera tensión, pero también reafirma la fuerza de la comunidad para resistir y mantenerse unida frente a la oscuridad. Esta danza no es solo espectáculo, es una lección viva. Cada gesto del mártir y cada golpe del Pashtú hablan de lucha, de fe, de la constante confrontación entre la luz y las sombras.

Para quienes deseen asistir a esta tradición única, se recomienda llegar por cuenta propia en transporte público. También es posible estacionar vehículos en las aceras cercanas al Cohuiná. La ciudad y los parques cuentan con rampas y accesos adecuados para personas con discapacidad, lo que permite a todos disfrutar plenamente de esta experiencia cargada de simbolismo y emoción.
