Por Soni Naranjo.- El 27 de octubre de cada año se celebra el Día Internacional del Corrector de Textos, como un merecido homenaje para quienes tienen la importante labor de revisar detenidamente los textos y así comprobar que estén debidamente escritos.
Un corrector de estilo mejora la claridad. coherencia y calidad de un texto sin alterar su sentido original. Sus funciones incluyen corregir errores de ortografía, gramática y puntuación, así como optimizar la redacción, la sintaxis y la estructura de las frases y párrafos. También adaptan el tono al público, eliminan repeticiones innecesarias y detectan ambigüedades.
Este tipo de correcciones hacen más ágil y fácil la lectura para cualquier persona.

La importancia de escribir correctamente
A la hora de comunicarnos, no sólo el lenguaje hablado es esencial, también hace falta conocer la manera correcta de plasmar las ideas en un texto escrito, pero evitando cometer errores como las faltas de ortografía, ya que no solo perderá calidad, sino también credibilidad ante el futuro lector.
Para ser corrector de estilo se necesita un dominio profundo de la lengua (gramática, ortografía y puntuación), habilidades de lectura crítica y analítica, atención al detalle, organización y capacidad de comunicación. Es crucial poseer una gran capacidad de investigación, empatía, flexibilidad para adaptarse a diferentes guías de estilo y un manejo competente del software de procesamiento de textos.
Habilidades y competencias
Dominio de la lengua: Un conocimiento exhaustivo de las normas gramaticales, ortográficas y de puntuación es fundamental.
Habilidades de lectura y crítica: Es necesario leer mucho y con ojo crítico, no solo libros, sino también textos académicos, para desarrollar un sentido crítico y familiarizarse con diversos géneros.

Atención al detalle: Se requiere minuciosidad, paciencia y concentración para detectar imperfecciones y asegurar la precisión en el texto.
Flexibilidad y empatía: La capacidad de adaptarse a diferentes guías de estilo, al contexto del autor y al tipo de texto es esencial. También se necesita habilidad para comunicarse de forma empática y efectiva con el autor o editor.
Investigación: Es importante tener curiosidad y capacidad para investigar y verificar información sobre el lenguaje.
A todo esto hay que sumarle la EXPERIENCIA, esa que se adquiere con el día a dia de los años escribiendo, leyendo y redactando sin olvidar los estudios.

